La decana de la Escuela de Derecho de la UPR, Vivian Neptune Rivera analiza, a raíz de lo resuelto en Pueblo v. Pérez Santos, la Regla 805 (B) de Evidencia con su excepción a la regla de exclusión de la prueba de referencia por tratarse de una declaración por excitación y su aplicación a la cláusula residual de la Regla 809. En este caso estaba en controversia si las declaraciones de una menor, que falleció víctima de abuso físico por el acusado, constituían una declaración testimonial o no. El Tribunal Supremo de Puerto Rico adoptó la norma vigente de la Corte Suprema de los Estados Unidos en Ohio v. Clark, la cual estableció que era una declaración no testimonial al ser un evento excitante de naturaleza continua y/o emergencia viva. Coincide la autora con la determinación del Tribunal Supremo, aunque entiende que este desaprovechó la oportunidad de resolver el presente caso por vía de la cláusula residual. A su vez, resalta que la decisión se circunscribe al patrón de maltrato que recibió la menor con el fin de evitar y admitir las declaraciones espontáneas cuando no exista una emergencia viva.
Our Law School’s Dean, Vivian Neptune Rivera analyzes Pueblo v. Pérez Santos which dealt with the Evidence Rule 805 (B) -the exception of the exclusion rule from the hearsay evidence for incitement declaration- and the corresponding application of residual clause from the Rule 809. The issue at hand in the aforementioned case is whether the declarations of the minor, who was victim of fiscal abuse that caused the child’s death, constitute a testimony or not. The Puerto Rico Supreme Court adopted the precedent established by Supreme Court of the United States in Ohio v. Clark, which held that the declarations of the child were not a testimony because it was an event of constant incitement and an ongoing emergency. The author concurs with the decision of the Puerto Rico Supreme Court. However, she points out that the Court missed the opportunity to resolve the case by applying the residual clause. The author also emphasizes that the decision was limited by the pattern of mistreatment, which the child was a victim of, for the purpose of evading the fact that a spontaneous declaration does not constitute an ongoing emergency.
Cita: Vivian Neptune Rivera, Derecho Probatorio, 86 Rev. Jur. UPR 531 (2017).