RESEÑA
Por: Gabrielle Thurin
“Efrén es poesía”
Con esas palabras culminó la presentación audiovisual introductoria de la primera Competencia de Poesía Jurídica dedicada al profesor Efrén Rivera Ramos. Si bien conocíamos que el Profesor goza de muchísimo prestigio dentro de la academia, sorprendió (o quizás no tanto) el hecho de que se trata de una admiración permeada de cariño. Como muestra de ello, profesores, profesoras, sus familiares y estudiantes, pasados y actuales, compartieron anécdotas personales que daban testimonio a la ternura, al amor por la justicia y la sensibilidad que caracterizan a Efrén dentro y fuera del Aula.
El profesor y el público fueron sorprendidos por la interpretación musical de dos grandes amigos de Efrén, Jacobo Morales y Silverio Pérez, quienes deleitaron a los demás declamando el poema “Motivario”, de autoría del honorado. Le siguieron las declamaciones de los participantes de la competencia de poesía jurídica, quienes valientemente compartieron sus escritos de nuevo ante el jurado allí presente. Se le otorgó primer lugar al poema “El postulante” de Jomar Rosado Morales (también conocido por su seudónimo Mens Rea), estudiante de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Ponce y segundo lugar al poema “Bipolar” de María Lourdes Vaello, estudiante de la Escuela de Derecho UPR. El jurado nos confirmó que participar en la llamada “poesía jurídica” se trata de “actos creativos que buscan cruzar los áridos códigos legales con el destello lírico de un buen verso”, labor difícil que apunta hacia “la importancia de abordar el derecho . . . desde la ternura, la sensibilidad y la complejidad de la experiencia humana”.
Sin duda alguna, el momento más conmovedor de la noche fue la declamación del profesor Efrén Rivera Ramos de un poema que confesó haber empezado a escribir de estudiante en la misma Escuela, mientras esperaba a que comenzara una de sus clases. El poema, titulado “Desde el comienzo hablo”, nos presenta a la poesía como vocación, casi como si desde el nacimiento fuera su destino articular pensamientos e inquietudes mediante versos. Efrén desde el comienzo habló y seguirá hablando de su admiración por la naturaleza, de su pasión por la vida y la urgencia de corregir injusticias que ha atestiguado desde niño y que siguen presentes en el Puerto Rico de hoy.
Además, no faltaron las humildes palabras de agradecimiento y oda a la poesía por parte del profesor. Nos admitió que, aunque no ama los reconocimientos, si pudiera escoger uno solo, sería el que estaba recibiendo en esa noche. Otra sorpresa de la noche fue las presentaciones musicales de los estudiantes Urselio Álvarez, Claudia Delbrey, Ismael Molina y el decano asociado Hiram Meléndez. El público les acogió entre risas, coreadas y aplausos. Urselio nos compartió canciones de su autoría y Claudia nos recordó grandes éxitos como “Caminante no hay camino”.
Fue una noche llena de sorpresas, poesía, música y confraternidad entre colegas y amigos. La noche de bohemia, más que todo, nos sirvió como recordatorio de que el Derecho no debe ser entendido y estudiado como un ente totalizante sin más consideración a “lo demás”; para ser un jurista inigualable y de calidad como lo es Efrén, también se necesita ser humanista.