RESEÑA

Por: Ariselle Figueroa*

En conmemoración al legado de Trías Monge, la Escuela de Derecho de la UPR, junto a la Junta Editora del Volumen 90 de la Revista Jurídica, celebraron el conversatorio 100 años de José Trías Monge: Conversando sobre su Legado. El mismo se llevó a cabo el jueves, 8 de octubre de 2020 y brindó un espacio para conversar sobre José Trías Monge, como persona y profesional, y dialogar sobre su legado en el ámbito jurídico y más allá del mismo.

Durante la conversación, la moderadora Nilda Navarro Cabrer y los panelistas Carlos Díaz Olivo, José J. Álvarez González y Luis Muñiz Argüelles conversaron sobre sus diversas experiencias como oficiales jurídicos del juez José Trías Monge, y sus interacciones personales con él.

Experiencia de trabajar con Trías Monge

Ante la interrogante sobre sus experiencias trabajando con Trías, Muñiz Argüelles conversó sobre cuán distinta fue su experiencia no sólo en el plano profesional, si no también en el personal. Enfatizó en su percepción sobre la calidad de persona que era Trías Monge.

“Tenía fama de ser una persona muy reservada, de hecho era tímido, me habían advertido que iba a estar con una persona que iba a tratar de sacar todo lo que yo tenía y más, pero me iba a dar muy poco a cambio, y fue muy distinto, me sacó mucho, me exprimió. . . pero a la misma vez se sentaba conmigo a hablarme . . . de cuales eran buenas prácticas en [el ejercicio]de la profesión [legal], de cómo estar con clientes, cómo [trabajar]con otro abogado y de mi interacción con todo ello, lo que yo no esperé, y fue muy positivo y muy humano en todo el proceso”.

El profesor hizo énfasis sobre el tipo de persona que era José Trías Monge y cómo le trató; lo catalogó una persona muy gentil. La profesora Nilda Navarro expresó que todos los demás panelistas también compartían ese sentir de Trías como persona.

Sobre la experiencia como oficial jurídico de Trías, el profesor José J. Álvarez González, compartió lo siguiente:

“Concurro con todo lo que Luis tuvo a bien decir, y sobre todo en que don Pepe nos exprimía. . . . ¿Por qué había tanto trabajo en la oficina de Trías?”

El profesor José Julián Álvarez, explicó que como parte de su trabajo ellos debían hacer el pleno. Trías, como Juez Presidente, distribuía los casos discrecionales entre los jueces y a los oficiales jurídicos les tocaba realizar memorandos sobre qué hacer con los casos que Trías Monge se había asignado a sí mismo para el pleno, para decidir si acogía un recurso en los méritos o no. Álvarez expuso, además, que una vez seleccionado el caso le hacían memorandos de opinión, y esto los diferenciaba de otros oficiales jurídicos, pues rara vez tenían que hacer borradores de opinión. Como sus oficiales jurídicos, explicó Álvarez que trabajaban para Trías memorandos de opinión e investigación y que “Trías hacia sus propias opiniones y las opiniones de Trías muchas veces no se parecían en lo absoluto a los memorandos de sus oficiales jurídicos”.

Otro aspecto del proceso y la experiencia que resaltó Álvarez González es que cuando llegaban las opiniones de otros jueces, ellos como oficiales las revisaban y escribían un memorando reaccionando a dichas opiniones antes de que estas llegaran a Trías. Álvarez explica que: “todo el proceso era una experiencia realmente . . .  muy completa donde veíamos todo lo que estaba ocurriendo en el Tribunal y no solamente lo que nuestro juez escribía para los demás”.

Recuerdo y descripción de Trías

Díaz Olivo coincidió con lo que ya se había mencionado antes de la descripción y personalidad un tanto tímida de Trías.

El profesor Díaz Olivo también recalcó lo mucho que le impresionó la capacidad de trabajo que tenía Trías. Hizo mención a una de las cosas que más impacto le ha causado y que también trata de integrarla en su vida y que a su entender hacía grande a Trías.

“Era una persona tan estructurada y tan disciplinada que hacia la diferencia. Uno conoce muchas personas brillantes, inteligentes, capaces, que no son estructurados, no son disciplinados. Él era disciplinado, con un horario expartano, como los compañeros acaban de señalar, 7 días a la semana, y creo que eso hacía la diferencia”.

También destacó el profesor Díaz Olivo, que Trías tenía una virtud escribiendo. Describió su forma de escribir como asombrosa, que, aunque sencilla, podía tener una gran profundidad y lo hacía de una forma simple y corta. Otra cualidad que resaltó sobre Trías Monge, era su capacidad de lidiar con ciertos grupos, cedía en algunos asuntos que no eran fundamentales para luego contar con votos que serían cruciales en ciertas decisiones más difíciles. 

Otro aspecto que le resultaba curioso al profesor Díaz Olivo fue la influencia tanto personal como ideológica que se encontraban en los casos de corte política o de alta política pública y cómo influía esa visión del juez o la jueza.

“Trías la tendría como cualquier otro o cualquier otra, lo interesante era que él se ocupaba, pues como tenía una visión gubernamental tan grande de lo que era de verdad una sociedad y un sistema jurídico operante con eficiencia, [se encargaba]de trabajarlo de manera tal que funcionara, iba más allá de lo estrictamente jurídico, en el sentido de que esa pieza además de ser jurídicamente trabajada sea socialmente efectiva. Fue una de las cosas que más me impresionó de trabajar con él”.

Por su parte, la profesora Nilda Navarro resaltó que Trías Monge era extremadamente meticuloso y organizado, que también era una persona muy particular, que podía no sólo hablar de opiniones si no también conversar de temas variados.

“Don Pepe impresionaba, por la cultura amplísima que tenía y de los temas que sabía, hablaba de música, de literatura, de cine, le encantaba viajar. O sea, era una persona bien interesante y nosotros pues recién graduados de la Escuela de Derecho, toda esa experiencia yo creo que fue una oportunidad y un privilegio extraordinario”.

Experiencias o anécdotas de trabajar con Trías que le marcaron profesional o personalmente

Respecto a este particular, el profesor Muñiz Arguelles expuso que hubo más de una. Sin embargo, una de las que más le impresionó y la que él pensaba que era una de las mayores virtudes que tuvo Trías, era su manejo de la Rama Judicial.

Nilda Navarro destacó que Trías era muy suave en el trato, y expuso que nunca lo vio enfrentarse directamente a nadie, “era una persona que no confrontaba.”

Sobre las anécdotas, Álvarez González expuso que “el ídolo de don Pepe en el Tribunal Supremo de los Estados Unidos era William Brennan. Siempre se ha dicho que Brennan era el más político de los jueces del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, político en el sentido de que, por un voto hacia cualquier cosa, aunque no fuera en el caso actual, para el futuro”.

El profesor Álvarez compartió que en ocasiones Trías estaba de acuerdo con opiniones que contenían lo que se catalogaba como disparates jurídicos con tal de no discutir con otros jueces que necesitaría para asuntos más importantes en el futuro.

Otra anécdota sobre Trías, que compartió José J. Álvarez, fue cuando a Trías le dio varicela y trabajó desde su casa. Narró que en ese momento habían invitado a Trías a unirse a la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, y tenía que presentar un discurso de aceptación el cual tituló la Crisis del Derecho en Puerto Rico.

En el discurso, según explica José J. Álvarez, básicamente tronaba contra la mezcla que había entre Common Law y el Derecho Civil, criticaba sobre todo algunas opiniones de jueces norteamericanos y algunos puertorriqueños que incurrieron en esa mezcla.

Álvarez expuso que surgió un caso sobre una colisión en cadena de vehículos de motor y Trías lo escogió para hacer la debida investigación. Él como oficial jurídico hizo un memorando basado en el Common Law y cuando regresa la opinión de Trías, Valle v. American International Insurance Company, Trías comenzó diciendo que “no se puede resolver los problemas de Derecho Civil a espaldas del Derecho Civil”. Además, expuso cómo Trías se fue en gira por el derecho civil, lo que él cataloga en sus clases como el Trías Travel, hasta encontrar tratados italianos que exponían la doctrina que atiende la problemática de que quien impacta un vehículo por la parte posterior, debe responder por los daños. Para Álvarez, lo que hizo Trías fue darle una lección a su oficial jurídico, mediante la cual aprendió a nunca ir a un tribunal de asunto civil sin haber hecho una investigación en el Derecho Civil y no hacer lo que Trías Monge criticaba: “salir corriendo para el Common Law a la menor provocación sobre asuntos de Derecho Civil”.

Sobre la importancia a la tradición civilista para Trías Monge, el profesor Díaz Olivo ofreció su opinión respecto al momento en el cual Trías llegó al Tribunal Supremo en la década de los 70. Expuso que Puerto Rico se encontraba en una dinámica política particular, entre los partidos y los distintos movimientos. Para Díaz Olivo, Trías utilizó el Tribunal como elemento de resistencia.

Díaz Olivo destacó que, era interesante que Trías tenía una concepción de “lo que quería hacer y lo hacía”, “jurídicamente impecable y socialmente manejable”.

“El Tribunal Supremo de Puerto Rico era una rama oscura. Habíamos tenido un Gobernador de la talla de Luis Muñoz Marín, una figura muy fuerte, dominante . . . antes de Muñoz convertirse en nuestro gobernador, las figuras puertorriqueñas principales estaban en la Asamblea Legislativa, peleando contra los gobernadores estadounidenses, así que a nivel legislativo y ejecutivo habíamos tenido una presencia dominante y aunque ciertamente el Tribunal emitió opiniones importantes, realmente con Trías es que el Tribunal Supremo adquiere una personalidad propia, de tú a tú con las otras ramas de gobierno, influyendo no sólo en estos aspectos políticos, si no hasta [en aspectos]sociales como el divorcio por consentimiento mutuo”.

Legado de Trías

Los panelistas concluyeron, sobre este importante aspecto de Trías Monge, que el legado que dejó el juez, fue uno inmenso y que fue más allá de lo jurídico.

Sobre este aspecto, el profesor José Julián Álvarez compartió:

“Trías más multifacético no podía ser . . . yo les diría que la principal contribución de Trías, no es Trías el juez, no es Trías el administrador de tribunales, es Trías el autor, tanto de libros de Derecho como de Literatura, porque Trías como juez, como dije antes, estaba más alante que algunos de sus compañeros de estrado y no lograba postura mayoritaria de las cosas, pero la contribución de Trías como autor es cosa que nos ha dejado para la posteridad. [Su libro sobre] la historia constitucional . . . de cinco volúmenes, es una labor extraordinaria. Su Historia sobre el sistema judicial de Puerto Rico, y sobre todo como autor de obras jurídicas es extraordinaria . . . las decisiones judiciales con el tiempo podrán cambiar, pero lo que Trías nos relata en esas obras sobre todo las jurídicas, esas [las]tenemos para siempre”.

Nilda Navarro destacó, la capacidad de trabajo y de generar producción de Trías, y también destacó que “Trías ofrecía la oportunidad a los oficiales jurídicos de aprender no solamente de Derecho si no de otro montón de cosas, además de que enseñaba con su ejemplo”.

Lourdes Cortés Feliciano, Directora del Volumen XC, destacó lo siguiente:

“José Trías Monge fue una de las figuras más emblemáticas en el Derecho puertorriqueño, sus aportaciones trascendieron la judicatura, la política y la academia, dejando además, un legado literario el cual incluye numerosas aportaciones que hoy continúan influenciando la vida de los puertorriqueños y puertorriqueñas”.

El Volumen XC de la Revista Jurídica se honró en producir este evento y en este año del centenario de Trías, se unieron en conmemoración a tan importante figura del quehacer jurídico puertorriqueño.

La Revista Jurídica es la publicación jurídica de mayor envergadura en el Derecho puertorriqueño, sus publicaciones abarcan temas de vanguardia en el derecho nacional e internacional. La misma es dirigida por estudiantes de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico recinto de Río Piedras.

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* La autora es Editora Titular del Volumen XC de la Revista Jurídica y estudiante de tercer año en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico. Posee un Bachillerato con concentración en Relaciones Laborales de UPR en Río Piedras.

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